Desde hace doce años Silvia Correa desarrolla su actividad como conductora de camiones, puntualmente transportando cereales, girasoles y granos. Vive en la localidad de Buchardo, al sur provincial de Córdoba
Cada frase emitida por Silvia demuestra con orgullo la profesión que con tanta pasión ejerce, siempre manifestando su calidez y cordialidad. Demostrando que un trabajo puede convertirse en una acción totalmente apasionante, agradeciendo constantemente la posibilidad de poder desarrollar la actividad que más emoción le genera.
En diálogo con la cordobesa, resalta que además de ser una herramienta para trabajar utilizada con el fin de trasladar diferentes mercancías, este tipo de vehículos, pasa a convertirse en un segundo hogar, debido a que quien conduce transcurre varías horas de su día abordo, incluso durante varías jornadas continuas.
Al respecto, Correa afirmó: «El camión es mi cable a tierra, me ha cambiado totalmente la vida y espero poder seguir en mi trabajo durante muchos años más». A su vez, destacó que agradece la oportunidad otorgada por parte de la empresa a la cual pertenece actualmente, afirmando su satisfacción, estando a bordo de un Volkswagen Constellation 17.250.
Es tanto su aprecio por los camiones y vinculación con la labor que decidió bautizar a su unidad con el sobrenombre de «La Bestia», debido a las dimensiones e imponente presencia del mismo, con quien suma kilómetros y vivencias. «Es mi fiel compañero, somos él, yo y el camino» concluyó, enfatizando cada vivencia compartida.
Con total gratitud, Silvia resaltó: «Ser camionera es un orgullo, siempre me gustó y doy gracias por la confianza depositada en mí». Asimismo, incentiva que demás mujeres puedan conocer el oficio, en donde una de sus reglas principales, es lograr el compañerismo en las rutas, finalizó sonriente.