Los camiones IVECO, además de ser una herramienta fundamental para el trabajo de los transportistas, generan sentimientos en sus conductores, quienes los consideran parte de su familia. Cuando una pareja decide casarse, comienza a planificar cada detalle para crear una ceremonia perfecta: desde la iglesia hasta el salón. Pero para Agustín Romero, un camionero de 24 años con un legado familiar profundamente vinculado al mundo del transporte, y su pareja Agustina Loker, la lista de invitados no estaría completa sin un miembro muy especial: el IVECO Tector que Agustín maneja a diario.
El año pasado, cuando ellos supieron que serían padres, decidieron casarse y hacer su entrada al casamiento en el vehículo que, más que un medio de transporte, es parte de la familia y su compañero de trabajo. “Le pusimos moños para acondicionarlo, y hasta lo usamos para nuestro casamiento”, expresó.
“El Tector es un camionazo, nunca tuve ningún problema. Me crié arriba de un camión, y estar al volante del Tector es cómo continuar con esa tradición familiar”, comentó con entusiasmo. Agustín realiza distribución urbana de productos lácteos con su Tector modelo 2019 que, según sus palabras, ofrece un confort inigualable. “A veces estoy 12 o 14 horas arriba del camión sin parar, y el confort en la cabina es importante para no sentirme cansado. Tal es así que no siento ninguna vibración al andar, es el camión ideal para el tipo de trabajo que realizo”, destacó.
El amor de Agustín por los camiones no es una mera coincidencia. Hijo de camionero, creció entre rutas y motores, aprendiendo a manejar a los 10 años. “Tengo un camión tatuado, amo lo que hago. Ya deja de ser trabajo y para mí el camión es una de las mejores cosas que me pasó, además de ser mi fuente de trabajo”, aseguró. Pero el Tector no es solo su medio de transporte, es testigo de momentos significativos en su vida y un orgullo personal. Agustín personaliza constantemente su camión con elementos que hacen de su Tector un vehículo único en las rutas.
A través de cada kilómetro, Agustín reafirma su pasión no solo por su trabajo, sino por la vida en la ruta y por los camiones IVECO, que hoy son su compañía en este viaje lleno de desafíos y alegrías. “El Tector es parte de mi vida, es mi cable a tierra. Cada vez que lo lavo y lo mimo, me recuerda los viajes con mi viejo. No me imagino manejando otro camión”, concluyó.
Potencia y versatilidad
Este Tector 17 toneladas se fabrica en la planta que la marca posee en Córdoba y una de las principales características es su motor FPT de la familia NEF, reconocido por su eficiencia y durabilidad. Disponible en versiones de 4 y 6 cilindros, estos motores ofrecen una potencia que oscila entre los 160 y los 300 caballos de fuerza, lo que permite al Tector enfrentar tanto tareas ligeras como misiones de carga más pesadas. Su tecnología avanzada de inyección electrónica y turboalimentación optimiza el consumo de combustible, reduciendo así los costos operativos y las emisiones contaminantes.
El IVECO Tector representa la combinación perfecta de potencia, versatilidad y eficiencia, convirtiéndose en un aliado indispensable para los transportistas argentinos que buscan un vehículo confiable y adaptable a cualquier desafío.