En España, solo el 2% de camioneros son mujeres.

“A mí me encanta. Se me pasa el día volando, es un trabajo tranquilo, no tienes a nadie detrás dándote el tostón. Tienes que cumplir con el reparto, pero puedes organizarte el día para salir lo antes posible. Me pongo en marcha a las cinco de la mañana, pero a las tres de la tarde he terminado. No tengo que dormir ninguna noche fuera, así que no me puedo quejar”.

Laura Peris Borrás (32 años) había pasado la mayor parte de su vida trabajando de forma temporal como camarera, pero hace tres años decidió probar suerte sacándose el carné de conducir C de camión rígido. “Es un trabajo en el que siempre van a buscar gente, así que me dije que por tenerlo no perdía nada, y me salió faena enseguida”, explica.

Hoy ha conseguido también el carné de tráiler, que conduce de lunes a viernes (y algún que otro sábado) en la zona de Valencia y el norte de Alicante. Su retribución, entre los 1.500 y 1.600 euros, es muy superior a la que percibía como camarera. Forma parte de un pequeño grupo de mujeres que, aunque aún minoritario, se ha dado cuenta de una realidad de la que ya eran conscientes en el sector desde hacía tiempo: que hacen falta camioneros, que el trabajo es hoy mucho más cómodo de lo que era hace años y que, con la preparación necesaria, puede estar relativamente bien remunerado.

En España, solo el 2% de camioneros son mujeres. La media europea es de un 3%, con un 5% en Alemania y un 7% en Italia. El número, no obstante, parece estar aumentando: el 7% de los nuevos carnés C de rígidos lo sacan mujeres y el porcentaje asciende hasta un 27% en el carné E de articulados.

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